La telefonía celular comunitaria es un modelo de organización para la operación de redes locales de telecomunicaciones en zonas rurales y comunidades indígenas, que funciona bajo la integración de varias redes operadas por distintas personas, en los que cada uno hace lo que mejor sabe hacer.
Se basa principalmente en dos modelos: el de las cooperativas de telecomunicaciones, por medio del cual las comunidades se organizan para prestar estos servicios, y el de redes desagregadas, a través del que se integran varias redes para prestar un servicio.
El esquema permite hacer efectivo el derecho de los pueblos indígenas a adquirir, administrar y operar sus medios de comunicación.
Las comunidades organizadas se vuelven propietarias y se encargan de operar y administrar la infraestructura de su red local celular.
Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias autoriza a la comunidad para el uso de una frecuencia que tiene concesionada por el IFT para que pueda operar por 15 años su red celular local.
Junto con TIC AC, la comunidad construye y administra su red a través de la instalación de una radiobase y el equipo necesario para su administración.
TIC AC desarrolla la tecnología para mejorar el servicio de comunicaciones, gestiona acuerdos con proveedores de Internet y VoIP y facilita el soporte técnico de la red.
Los mensajes y llamadas locales se manejan dentro de la red. Las de larga distancia a México y el mundo requieren de un protocolo de Internet y la comunidad contrata a un proveedor.
Las y los usuarios pueden ser miembros y usuarias de la red local por una cuota mensual pactada entre TIC AC y la comunidad.
Las llamadas y mensajes locales son ilimitadas.
La Asamblea aprueba el proyecto y cumple los requerimientos para que la red opere.
La comunidad compra el equipo.
El equipo de TIC AC instala y configura la red.
TIC AC facilita la capacitación a administradores.
La red comienza a operar.